Una empresa necesita un plan estratégico para identificar los posibles obstáculos que puedan surgir en el futuro. La mejor manera de hacerlo es considerar dónde está su empresa hoy y dónde estará en 1, 3, 5 y 10 años. Esto le ayudará a tomar mejores decisiones a través de la planificación, como contratar nuevos colaboradores o ampliar su línea de productos, entre otras posibilidades.

El plan estratégico de una empresa debe incluir un conjunto claro de metas y objetivos. Los planes estratégicos también deben ser lo suficientemente flexibles para que la empresa pueda cambiar su estrategia cuando sea necesario. Un buen plan estratégico proporcionará un marco para que los colaboradores trabajen, a la vez que ofrece orientación y dirección para el éxito futuro.

La importancia de un plan estratégico

Sin planificación, las empresas pueden desaparecer rápidamente. Sin una planificación para el futuro, la empresa no tiene idea de dónde invertir sus recursos o cuánto énfasis poner en las diferentes iniciativas.

La elaboración de planes estratégicos para el presente y el futuro previsible proporciona a su empresa una perspectiva a largo plazo que le ayuda a tomar decisiones informadas sobre el presente y sus objetivos, en un marco temporal de 5 años.

Sin un plan estratégico, su empresa no será capaz de establecer objetivos, corriendo el riesgo de volverse irrelevante en su sector.

Recomendaciones:

Conocer el entorno en el que la empresa opera o tiene previsto operar, y evaluar los cambios que puedan producirse en ese entorno. El entorno incluye a las personas, los factores económicos y la tecnología.

Definir o revisar la misión, visión y valores corporativos de la empresa. La misión es una breve declaración que describe lo que hace la empresa y para quién lo hace. La visión describe dónde se ve la empresa dentro de 5 o 10 años, mientras que los valores corporativos definen cómo se tratan los colaboradores entre sí y los clientes.

Establecer las metas y objetivos de la empresa durante determinado período de tiempo.

Identificar los riesgos potenciales y priorizarlos en función de su probabilidad de ocurrencia y su impacto en la empresa.

Formular un plan para hacer frente a cada riesgo, ya sea definiendo contingencias o el aprovechamiento de una oportunidad.

Hacer un análisis FODA interno de la empresa (fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas).

Trazar un mapa de las fortalezas, debilidades de la empresa frente a las oportunidades y amenazas externas.

Crear una estrategia que detalle cómo alcanzar cada meta u objetivo durante el periodo de planificación.

Involucrar al equipo de trabajo en la planificación para que trabajen hacia un objetivo común.

Mantener el seguimiento del plan estratégico, utilizándolo con regularidad y revisándolo periódicamente para atender cualquier cambio u oportunidades emergentes.

Errores que se cometen en la planeación estratégica

Los errores más comunes deben evitarse en la planificación estratégica son:

• Planificar demasiado
• Planificar sólo a corto plazo
• Planificar sin tener en cuenta posibles obstáculos
• Hacer planes inflexibles que no permitan adaptarse a los cambios
• Planificar sin entender los puntos fuertes o débiles de su empresa
• Planificar sin una agenda que establezca hitos de cumplimiento

Si quiere crear un plan estratégico, lo más importante es proyectar el futuro de su empresa. No sólo fijarse en lo que ha sucedido en el pasado, sino también considerar dónde estará su empresa en un determinado periodo de años. Establecer objetivos que sean relevantes para el entorno actual y, al mismo tiempo, prever los retos del mañana.

Importante: asegúrese de involucrar a todos los colaboradores para que contribuyan y ejecuten estos planes.